lunes, 21 de julio de 2008

Rememorando los entretelones de las Cuotas Individuales de Pesca

En estas interesantes notas, la primera publicada en la Revista "Caretas" Nº 1354 del 16 de Marzo de 1,995, se puede avizorar los entretelones detrás de las Cuotas Individuales de Captura. Hay que indicar que entre las dos organizaciones internacionales que discutían sobre la conveniencia o no de establecer este sistema de cuotas, finalmente se impuso la del Banco Mundial en contraposición a lo que venía afirmando la FAO en el buen manejo que se venía realizando con las Cuotas Globales y que cada año redundaban en felicitaciones. La segunda y más reciente, publicada por el diario El Comercio 13 años después, el 9 de Junio del 2008, se hace pública la intención del mayor inversionista nacional pesquero, el Grupo Brescia, de llevar a cabo un fuerte lobby para establecer "derechos de propiedad" sobre el recurso anchoveta, de tal manera de salvaguardar las inversiones de los industriales de harina de pescado y fortalecerlos para la atracción de nuevos capitales.
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Caretas Nº 1354 (16 de Marzo, 1995)
Alto Ahí

La veda de la anchoveta durará dos meses, mientras pesqueros concuerdan en que el mar tiene un límite.

"En el Perú los empresarios podemos acabar con los recursos pesqueros, antes de que el mercado acabe con los empresarios ineficientes", señaló Javier Reátegui Roselló, en la clausura del "II Simposio Internacional sobre Pesca Responsable: Equilibrio para el Futuro" organizado la semana pasada por la Sociedad Nacional de Pesquería.

En consecuencia, el presidente de la SNP exigió al gobierno que incorpore al sector privado en la implementación de la política pesquera, de investigación y de fiscalización en el cumplimiento de las metas. Según Reátegui, sólo así se garantizará una gestión armoniosa con la necesaria preservación de los recursos marinos, y coherente con la búsqueda de nuevas oportunidades de inversión en el mar.
El peruano Jorge Csirke, Oficial Superior de la FAO, y uno de los protagonistas del Plan de Ordenamiento Pesquero anunciado para abril ó mayo próximo, expuso sobre la sorprendente relación que existe entre la abundancia ó escasez de determinadas especies pesqueras en las cuatro grandes zonas pesqueras del mundo incluyendo, por cierto, el Pacífico Sudeste que comprende al Perú y Chile.
Advirtió, por lo tanto, sobre la inevitable culminación del ciclo de bonanza anchovetera en el mar peruano dentro de pocos años, independientemente del cuidado que se tenga con la especie. El último caso de este peculiar y mayúsculo fenómeno natural es el de la sardina, especie que se encuentra en virtual proceso de extinción en todo el mundo a pesar de que en unos lugares fue sobreexplotada y en otros no.
Csirke se mostró básicamente conforme con la política pesquera del gobierno peruano, que ha sido receptivo a las recomendaciones de la FAO en los últimos meses, y no piensa que sean necesarias, por el momento, la aplicación de medidas radicales para frenar el esfuerzo pesquero. Robert Taylor del Banco Mundial piensa, en cambio, que tarde o temprano se tendrá que establecer "derechos de propiedad" sobre los recursos pesqueros en el mar peruano en la forma de cuotas individuales transferibles de pesca, una meta acariciada por el BM. En la actualidad la licencia para embarcaciones es una forma de ejercer en la práctica un derecho de propiedad sobre el recurso, pero lo que Taylor menciona tiende a establecer un límite para aquellos que ya gozan de la licencia.
Como se sabe la flota pesquera nacional está en condiciones de pescar dos veces y media la biomasa de anchoveta en un año, a pesar de lo cual la capacidad de bodega bajo construcción en astilleros nacionales aparentemente supera las 40,000 toneladas (CARETAS 1352).
Carlos Bruce, vicepresidente de Adex e industrial merlucero, puso como ejemplo la pronta debacle en la pesca de bacalao en Canadá -que se ha visto forzada a declarar una veda de cinco años- para alertar sobre el rápido tránsito que puede darse entre la subexplotación o la sobreexplotación, sin que conozca un periodo de plenitud. Tenía en mente, por cierto, la pesca de la merluza frente a las costas de Paita que, sumando las capturas artesanales y las industriales a las 60,000 toneladas estimadas que terminaron como harina de pescado, bordearían ya el límite permisible.
Eduardo Loayza del BM recordó que en 1972 la industria pesquera nacional capturó 13 millones de toneladas de anchoveta en apenas 126 días, y que ciertas pesquerías en el mundo, como la del arenque en el Atlántico Norte, sólo tienen 30 minutos al año para evitar su sobrepesca.
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HUMBERTO SPEZIANI, ASESOR DE LA ALTA DIRECCIÓN DE TASA
"Las cuotas individuales de pesca deben darse este año"
EL EJECUTIVO CONSIDERA INDISPENSABLE LA APLICACIÓN DE ESTE ESQUEMA PARA REORDENAR EL SECTOR. REVELA QUE SE TRABAJA EN UN PROYECTO PARA PRODUCIR SURIMI Y QUE ANTES DE FIN DE AÑO ESTARÁN VENDIENDO PESCADO FRESCO EN EL CUSCO. ADEMÁS, ESTÁN POR DEFINIR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA UNIDAD DE CONSERVAS

Por Azucena León T.

La expropiación de todas las empresas pesqueras en 1973 obligó a los hermanos Pedro y Mario Brescia a alejarse sorpresivamente del negocio pesquero. Y tuvieron que pasar poco más de 28 años para que vieran cumplido su viejo anhelo de reingresar a este sector. La pesca no estaba acostumbrada a mirar más allá de la harina, pero el regreso de los Brescia, que se dio a lo grande, no solo desató una ola de compras y ventas, sino también le imprimió otra visión al negocio. A propósito de esto y de los planes en pesca, Día_1 conversó con el hombre de confianza de la familia y asesor de la alta dirección de Tecnológica de Alimentos (TASA), Humberto Speziani.

Han pasado seis años desde que los Brescia decidieron salir del negocio cervecero para ingresar de lleno a la pesca y al rubro inmobiliario. ¿Qué tan rentable fue esta decisión?
El reingreso a la pesca (ocurrido en el 2002) no tuvo ninguna relación con la salida del negocio cervecero. Este era un proyecto que ya se había gestado con mucha anticipación, solo que cuando finalmente se dio coincidió con la venta de acciones de la cervecera (Backus). Sin duda, se trató de una decisión muy acertada porque nos ha ido mucho mejor de lo que habíamos previsto (básicamente porque en los últimos años los precios de la harina y el aceite de pescado han alcanzado montos históricos).

¿El dinero que recibieron por la venta de acciones no les dio el espaldarazo financiero que necesitaban para convertirse en uno de los más grandes actores de la industria?
No necesariamente. Cuando empezamos el negocio sabíamos que nuestro ingreso iba a darse en grande y que ello iba a tomar su tiempo, pues como los Brescia son personas conservadoras, les gusta ir despacio y luego arriesgar. Nosotros queríamos ser un grande, no cabe duda, pero nunca pensamos en ser los primeros. Jamás imaginamos ser como Sipesa, tan solo proyectábamos tener 8 plantas (hoy tienen más del doble). Y es que en este negocio lo importante es ser rentable. Sin embargo, la oportunidad de compra se dio y decidimos tomarla.

Insisto, ¿parte del monto obtenido fue utilizado en todas las compras que realizaron después? ¿Desde que reingresaron al negocio cuánto han invertido?
No, el dinero para las operaciones de compra de plantas y embarcaciones pesqueras salió de las utilidades de todas las compañías que forman el grupo. En TASA, solo en capital, se invirtió US$260 millones. Mientras que la compra de activos, incluyendo Sipesa y Epesca, demandó un desembolso de US$460 millones.

Y entrando al tema harinero, ¿considera relevante la aplicación de las cuotas individuales de pesca?
Más que relevante, considero que la forma en la que estamos trabajando, totalmente insensata y demencial, no puede continuar. Te explico por qué: cuando se abre la temporada de pesca desde el Callao y demás puertos peruanos, salen mil y pico embarcaciones en una carrera olímpica, detrás del cardumen. En un primer viaje tú puedes calcular cuánto extraer, cercas el pescado y pones en tu barco 200 TM o 300 TM, pero en un segundo viaje ya no, porque podrías excederte y no tienes otra que soltarlo. Y cuando lo sueltas, la mortandad del pescado es muy alta porque este retorna un poco golpeado.

¿Pero el reordenamiento del sector pesquero, luego de la ola de compras, prácticamente no está dado? Cada quien tiene una determinada cantidad de embarcaciones y pesca según lo que tiene. ¿Cree que eso variará con las cuotas?
Sin duda, y lo más importante es que no solo se ordenará un sector que aún requiere orden sino que, además, se quitará la presión que existe por el recurso. Actualmente, cada quien pesca lo que puede, porque si tú no lo haces, tu vecino lo hace por ti. En cambio, con una cuota individual tú verás cómo te organizas y decidirás cuándo y cómo salir y podrás, además, dedicar el esfuerzo y el dinero que destinas a esta carrera a otros negocios, porque a veces gastas combustible y envías embarcaciones que no siempre retornan cargadas con tal de ver si tienes oportunidad de capturar más cardumen.

No todos los grandes grupos se muestran a favor de las cuotas. ¿Por qué ese doble discurso?
En el caso de los Brescia y de la mayor parte de grupos que conozco no hay dobles discursos. La posición es clara: el sistema de cuotas individuales debe darse.

¿La industria está preparada para implementar este sistema?
La pera ya está madura. No solo porque vemos que el precio del petróleo sube día a día, lo cual encarece tremendamente nuestros costos, sino porque hoy también se quiere que la industria pesquera impacte menos al medio ambiente.

Todos los gobiernos lo discuten pero ninguno se anima a implementar las cuotas. ¿Cree que el tema será definido en la gestión de Alan García o ve esa posibilidad aún lejana?
La oportunidad está en el 2008. Si este año no sale será difícil que, acercándose al 2011, las autoridades tomen una decisión. Pienso que es necesario empujar el tema para que se dé este año. Ya nos pusieron límites permisibles de contaminación en el mar, lo cual está muy bien, y pronto saldrán también los del aire. Pero para cumplir con todas las exigencias y requisitos de reconversión, la industria requiere estar ordenada. Mientras no se dé este esquema, ¿cómo podrás organizarte y definir con qué plantas y embarcaciones te quedas, si el panorama no está claro? La conversación no se dará de manera exitosa porque nadie invierte inútilmente esfuerzo y dinero.

¿Y quién debe asumir el costo social? Porque los despidos serán inminentes (se tendrá que dar de baja a empleados y embarcaciones).
El Estado y los privados, aunque quizá esto último no les guste a algunos amigos. Ambos somos responsables de un sector sobredimensionado y debemos financiar la recolocación o los sistema de jubilación anticipada para los despedidos.

Por otro lado, ustedes tenían un exceso de plantas harineras que pensaban vender. ¿Ya se cerró ese proceso?
Sí, las dos plantas que teníamos en Pisco las vendimos a China Fishery Group y la que tenemos en Chancay la hemos alquilado a Pacífico Centro, pero es probable que también lleguemos a un acuerdo con ellos para vendérsela.

En algún momento dijeron que no les interesaba tener más embarcaciones, pero siguieron comprando. ¿Hoy analizan nuevas compras?
Las compras nos dan más fortaleza, estamos mirando oportunidades pero los precios en estos momentos están muy altos.

Se habla de una segunda etapa de compras y ventas en el sector. ¿Cree que aún existen oportunidades interesantes de compra?
La segunda fase de compras está vigente, además hay que recordar que acaba de entrar un nuevo jugador (el grupo Romero) y que en este negocio no siempre está todo dicho. ¿Oportunidades? Sí, aún hay plantas que aprovechar en Chimbote y Chicama, pero en ese proceso ya no participarán los Brescia.

El grupo ha mostrado interés en ingresar al negocio de aceite omega 3, pero en ese tema, a través de Alicorp, los Romero llevan la delantera. ¿Cree que el mercado podrá soportar un competidor más?
Nuestro interés está vigente, al margen de que otro grupo amigo pueda estar haciendo lo mismo. Además, espacio hay porque nosotros no apuntamos al mercado estadounidense (como lo hace Alicorp), sino que estamos mirando más bien el europeo.

Su ingreso a la pesca imprimió una visión distinta al negocio. De hecho, ustedes fueron los primeros en impulsar la instalación de frigoríficos para vender pescado fresco en cuatro puntos de la sierra. ¿Cumplieron la meta?
En este tema en especial nos ha ido bastante bien, con lo cual queda demostrado que la venta de pescado en la sierra también puede ser exitosa. Hemos ingresado a Abancay y Puno con muy buenos resultados. En el primer mes vendíamos 30.000 kilos y ahora estamos despachando 300.000 kilos. La población ha recibido bien el producto, porque se vende prácticamente a la mitad del precio del pollo y porque la calidad, por indicaciones de los señores Brescia, es la de exportación.

¿Son los únicos puntos?
No, con el apoyo de la Sociedad Nacional de Pesquería también estamos en Pucallpa y próximamente ingresaremos a Andahuaylas. Además, hemos comprado un terreno en el Cusco con la idea de operar antes de fin de año.

Para el complejo que tienen en Ventanilla también tenían planes interesantes. Pensaban construir una planta de conservas y de surimi (materia prima utilizada como saborizante). ¿Qué tan avanzados están esos proyectos?
En la parte de surimi, llegamos a un acuerdo con el Instituto Tecnológico Pesquero para hacer pruebas de producto con anchoveta y jurel. Nos hemos inclinado por la anchoveta, aunque ahí se necesita apoyar más a los pescadores artesanales, porque sus embarcaciones no son las más adecuadas para mantener el cardumen. Además, para desarrollar el negocio de surimi tenemos ofertas de asesoría técnica de dos importantes productores de Francia y Japón.

¿Y en conservas?
Aún venimos afinando la estrategia para entrar de lleno en conservas. Aunque en este rubro hemos cerrado un contrato de maquila con un importante grupo. El proyecto de una nueva planta quizá se concrete, pero en el 2009 o 2010. Eso todavía lo estamos discutiendo.

¿No les interesa fortalecer el tema de marcas propias como lo han hecho con éxito otros jugadores importantes de la industria?
En congelados tenemos Kontiki y en conservas, Capitán. Aunque ahí sí debo reconocer que no hemos hecho mucho esfuerzo para consolidarlas, pues más nos hemos dedicado en proveer a terceros. No obstante, ese es un proyecto que quizá también podamos trabajar más adelante.

¿Y la posibilidad de trabajar con otras especies, además del jurel y la caballa? ¿O quizá de ingresar a la acuicultura y probar con langostinos o conchas de abanico? ¿Son temas que ya se están evaluando?
Claro, pero los pasos del grupo Brescia se dan bien de a pocos y bien estudiados. Además, ahí deben superarse primero varios inconvenientes. Un tema clave, por ejemplo, es la legislación que aún es un tanto enredada. Lo que nos podría interesar en ese negocio son las conchas de abanico, aunque el mercado es limitado, pues las oportunidades de rentabilidad básicamente se concentran en Francia. Algo más que nos podría interesar son los langostinos, pero para ser distribuidos solo en el Hemisferio Norte.

¿A cuánto ascenderán sus inversiones en pesca este año?
Aún no lo hemos calculado pero están las inversiones que se realizarán en la reconversión de una planta de harina FAQ (cruda) a 'steam' (de calidad superior) y en la adquisición de embarcaciones para pesca de arrastre, lo cual nos permitirá ir a buscar el producto más allá de las 200 millas y traerlo en óptimas condiciones. Solo esperamos la autorización del Produce.

Finalmente, ¿cómo va el proceso de transferencia de conocimiento para la segunda generación?
Los hermanos Pedro y Mario aún están muy activos y la posibilidad del retiro resulta un tanto lejana. No obstante, el proceso va muy bien, la gente joven está muy bien preparada y realmente estoy gratamente sorprendido porque los aportes que han venido haciendo a la compañía son excelentes, lo que significa que el proceso de transferencia en un futuro próximo será exitoso.

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